No exponga directamente sobre la llama de la hornalla, anafes eléctricos, calentadores, planchas o parrillas.
El calentamiento y el enfriamiento se debe hacer gradualmente y de manera uniforme, sin cambios bruscos. El vidrio refractario se expande poco a poco con el calor y se contrae gradualmente con el frío. Por lo tanto, retire la pieza del horno caliente y apoyarla en la superficie fría o precalentada del horno antes de la prepararación para darle el tiempo suficiente para adaptarse a la nueva temperatura.
Asegúrese de que el recipiente refractario no sufra golpes mecánicos, tales como caídas y golpes, y no utilice objetos cortantes, como cuchillos o tenedores. Elija utensilios de silicona o madera.
Para limpiar la suciedad más difícil, poner agua tibia con un detergente suave y dejar en remojo durante un tiempo. Luego lavar con el lado suave de la esponja.
Para lavar, utilice el lado suave de la esponja y elija un detergente neutro, evitando abrasivos, como lana de acero y polvos o limpiadores con alto contenido de sodio. Esto evita que los pequeños rasguños con el tiempo dejan el cristal quebradizo y opaco.